Consolidación. Golpe psicológico. Gloria. Revancha. Humillación. Esperanza. Todas estas cosas estarán en juego esta noche cuando los Boston Celtics visiten al Miami Heat en South Beach (7 p.m. ET ESPN Deportes/ESPN) nueve días después de que Rajon Rondo y compañía apabullaron al Heat en Boston por 91-72.
En ese entonces la sensación era que el choque entre estas dos potencias de la NBA podría ser una previa de lo que sucedería en la primera ronda de los playoffs, ya que el Heat iba segundo y Boston séptimo en la Conferencia Este. Sin embargo, las cosas han cambiado drásticamente en poco más de una semana.
Los Celtics (32-24) ahora van cuartos como líderes de la División Atlantica y están a apenas dos juegos y medio de los Indiana Pacers, poseedores del tercer puesto, con diez por jugar. El Heat (40-15) ha sido un testigo privilegiado del mini-colapso de los Chicago Bulls y está a apenas dos juegos (uno en la columna de las derrotas) de la cima en la temporada regular.
Por cierto, los Bulls deberían poner a Rose en una burbuja o en una caja que diga "Frágil", ya que al MVP de la temporada pasada últimamente parece que lo tocás y se lesiona. Lo mismo se podría decir del escolta del Heat Dwyane Wade, quien se ha perdido 11 partidos esta temporada y espera estar disponible para el juego de esta noche tras perderse el partido del domingo contra los Detroit Pistons por una molestia en su tobillo. ¿Ves, Stern? Tu producto se devalúa cuando perseguís a los dólares y forzás a tus jugadores a jugar 66 partidos en 123 días.
Justamente, Wade será una de la scinco claves de este, el segundo de tres choques en el mes de abril, entre dos rivales que no se quieren nada.
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